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sábado, 5 de octubre de 2024

La defensa simétrica o disimétrica y la defensa asimétrica

Recientemente, se nos consultó sobre la posibilidad de incorporar una nueva forma de defensa a las ya establecidas defensas de área (defensa posicional) y la defensa móvil. Si bien la idea nos pareció atractiva, la investigación que sustenta esta propuesta aún no existe, al menos en nuestro país.

La doctrina militar es un conjunto de principios, fundamentos, conceptos y términos que establece una guía para la planificación y ejecución de operaciones militares. Esta guía define las opciones estratégicas que se materializan en tácticas y técnicas, las cuales a su vez se relacionan directamente con los procedimientos, que son obligatorios y no opcionales.

La doctrina militar se define normalmente para ambientes operacionales simétricos o disimétricos, donde las fuerzas en combate poseen capacidades comparables o bien uno de los contendientes tiene una superioridad clara. Sin embargo, es fundamental que la doctrina también prevea ambientes operacionales asimétricos, donde los oponentes tienen capacidades, objetivos y métodos de combate radicalmente diferentes.

Es importante destacar que las tácticas y técnicas desarrolladas para ambientes simétricos o disimétricos no siempre son aplicables a ambientes asimétricos. Las características únicas de los ambientes asimétricos requieren el desarrollo de nuevas tácticas y técnicas que se adapten a las circunstancias específicas del conflicto.

Según Clausewitz, la defensa se caracteriza por (Von Clausewitz, 1984):

  • La Defensa como un Medio para Alcanzar la Victoria: Clausewitz no considera la defensa como un objetivo en sí mismo, sino como un medio para alcanzar la victoria. La defensa debe utilizarse para debilitar al enemigo y crear las condiciones para un ataque decisivo que le permita ganar la guerra.
  • La Defensa como un Estado de Actividad: La defensa no es una posición pasiva, sino un estado de actividad. El defensor debe tomar la iniciativa, utilizar el terreno a su favor, mantener la moral de sus tropas y buscar oportunidades para contraatacar.
  • La Defensa como un Factor de Moral: La defensa tiene un impacto psicológico importante en el enemigo. Un defensor fuerte y decidido puede desmoralizar al atacante, generar dudas sobre sus posibilidades de éxito y hacer que pierda la iniciativa.
  • La Defensa como un Factor de Tiempo: La defensa puede utilizarse para ganar tiempo y esperar una oportunidad favorable para contraatacar. El defensor puede utilizar la defensa para fortalecer sus posiciones, reorganizar sus fuerzas o esperar refuerzos.
  • La Defensa como un Factor de Espacio: El defensor puede utilizar el terreno a su favor para crear obstáculos, zonas de fuego y puntos de emboscada. El terreno puede utilizarse para restringir la movilidad del enemigo y forzarlo a entrar en una posición desfavorable.

Al combinar los factores de tiempo y espacio (terreno) en el marco de las operaciones defensivas, se deduce que la tipología de la defensa se define en función de la movilidad. La movilidad del atacante puede ser reducida, disminuida o detenida, lo que genera una dualidad de opciones defensivas: la defensa posicional (defensa de área) y la defensa móvil.

La defensa de área busca controlar un espacio determinado para reducir la movilidad del atacante y crear una posición de ventaja. La defensa móvil, por otro lado, busca alcanzar una movilidad similar o superior a la del atacante para contrarrestar su avance y destruirlo.

La defensa, como operación fundamental que considera los factores de tiempo y espacio, busca contrarrestar la movilidad del enemigo. Esta búsqueda genera una dualidad de formas defensivas: la defensa de área y la defensa móvil. Cada una de estas formas posee variantes, como la defensa en puntos fuertes, la defensa en expectativa, etc., que se adaptan a las circunstancias específicas del combate.

En ambientes operativos simétricos o disimétricos, donde las fuerzas en combate poseen capacidades comparables o bien uno de los contendientes tiene una superioridad clara, la defensa se basa en la dualidad de la defensa de área y la defensa móvil. Estas formas de defensa se basan en el control del terreno y la movilidad, y son las más efectivas para contrarrestar un ataque tradicional.

Sin embargo, en ambientes operativos asimétricos, donde las fuerzas en combate tienen capacidades, objetivos y métodos de combate radicalmente diferentes, la defensa de área y la defensa móvil pueden ser ineficaces. La diferencia significativa en las capacidades de las fuerzas enfrentadas hace que sea imposible conducir una defensa posicional o generar una movilidad similar o mayor al atacante.

En estos ambientes, se requiere un pensamiento creativo para generar opciones que permitan al defensor obtener una superioridad relativa o degradar a la fuerza atacante. 

En resumen, en ambientes operativos asimétricos, la defensa tradicional no es suficiente. Se requiere un pensamiento creativo para desarrollar nuevas estrategias que exploten las debilidades del enemigo y reduzcan su ventaja. El desgaste es inevitable, pero definir nuevas tácticas puede ayudar a generar una superioridad relativa o degradar a la fuerza atacante.

Conclusión

La combinación de conceptos clave presentados resalta la importancia de la adaptabilidad y la creatividad en las operaciones defensivas, especialmente en entornos asimétricos donde las estrategias tradicionales pueden resultar ineficaces. La doctrina militar establece los principios fundamentales que guían la planificación y ejecución de operaciones, pero en ambientes operativos desafiantes, como los asimétricos, se requiere una mentalidad innovadora para desarrollar estrategias efectivas.

Clausewitz subraya que la defensa no es simplemente resistir un ataque, sino un medio para alcanzar la victoria final. Esto implica que la defensa debe ser una actividad activa y estratégica, que busca desmoralizar al enemigo y crear oportunidades para contraatacar. La movilidad, como factor determinante en las operaciones defensivas, permite al defensor adaptarse a las acciones del enemigo y crear ventajas tácticas.

En entornos donde las capacidades y métodos de combate son radicalmente diferentes, como en situaciones asimétricas, la creatividad se convierte en un elemento esencial. La dualidad entre la defensa de área y la defensa móvil puede no ser suficiente para contrarrestar las amenazas únicas de estos entornos. Por lo tanto, la generación de nuevas tácticas que exploren las debilidades del enemigo y reduzcan su ventaja se vuelve crucial para lograr el éxito en la defensa.

En conclusión, la combinación de conceptos como la doctrina militar, la teoría de Clausewitz sobre la defensa, y la importancia de la movilidad en las operaciones defensivas en diferentes entornos operativos, destaca la necesidad de adaptación, innovación y creatividad en el campo de batalla. La comprensión de estos principios fundamentales y su aplicación estratégica puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en situaciones complejas y desafiantes.

Referencias 

Von Clausewitz, C. (1984). ON WAR. In M. Howard & P. Paret (Eds.), On War. CENTER OF INTERNATIONAL STUDIES PRINCETON UNIVERSITY. https://doi.org/10.1515/9781400837403-007


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